sábado, 8 de noviembre de 2008



Fufú, tacacho, mofongo, mangú...
Llámele como se le llame, el plátano machacado nos conforta y fortifica


Carlos Bernales


Durante siglos, el plátano fue despreciado por ser alimento de esclavos.
Pero esta fruta, tan rica en vitaminas A, C y K como en potasio y otros minerales, terminó por vencer los prejuicios.


Hoy es uno de los productos que más se consumen en el mundo, tanto la variedad dulce —el banano o guineo— como el humilde plátano verde o maduro, que es el que nos interesa para la elaboración de ese machacado que tiene muchos nombres y todavía más sabor.


Todo parece indicar que esta masa a base de plátano, que tanto éxito tiene en el paladar caribeño y de varios países de Sudamérica, tiene su origen en el África Occidental, de donde llegaron tanto los plátanos como los esclavos que disfrutaban de este sabroso manjar.


De acuerdo a los antecedentes más antiguos, sería fufú el primer nombre que se le dio a este plato. Era el alimento que recibían los esclavos en los barcos durante su travesía, según el investigador cubano Fernando Ortiz.


Consistía precisamente en plátano hervido y machacado, tal como se comía en Ghana, una de las primeras civilizaciones de la humanidad.


Los ghaneses fueron los primeros en gastronomía y en refinamiento, toda vez que cultivaron calabazas para usar sus cáscaras como recipientes; una vajilla que decoraban con exóticos dibujos que llamaban a los dioses para lograr placer al comer y luego, una buena digestión.


A la hora de repartir las raciones, los esclavistas ingleses gritaban "Food! Food!" ("Comida, comida"), hasta que los esclavos terminaron designando así —fufú— a este alimento.


Al viajar plátanos y esclavos por las islas del Caribe, el manjar fue adquiriendo diversos nombres: machuquillo, matajíbaro o mofongo en Puerto Rico; mangú en República Dominicana; bolón en Guayaquil, Ecuador; tacacho en la Amazonía peruana; o malarabia en las costas de Piura, Perú.
La preparación es casi la misma: se hierven los plátanos y se majan como para hacer puré de papas, aunque dejando ciertos grumos para dar textura.


Lo demás es creación heroica. Por ejemplo, en la preparación tradicional el plátano es hervido, pero en el caso del mofongo puertorriqueño, el plátano se fríe.


De acuerdo a la señora Guillermina Feliciano, de Luquillo, Puerto Rico, el clásico mofongo borinqueño se prepara de la siguiente manera.


Ingredientes:


Dos plátanos verdes pelados y picados en rodajas de una pulgadaCuatro ajos machacadosUna cucharadita de mantequillaMedia taza de chicharrón o tocineta frita, cortada en pequeños trozosSalPimientaAceite de freír


http://www.nydailynews.com/latino/espanol/2008/11/08/2008-11-08_fuf_tacacho_mofongo_mang-2.html

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